Estar con el señor es redescubrir constantemente esa "hermosura tan antigua, tan nueva", las mismas cosas pero con mirada diferente, cada vez más profunda y puesta en el Señor.
Con esta ilusión empezamos, tras un verano cargado de experiencias de fe, el 16 de septiembre los ejercicios espirituales en Cañizares.
Esta vez, siendo 14 seminaristas.
Este año se han unido a esta aventura Christofer y Jorge (un original del Seminario Menor)
Como novedad también Alberto y Hermelo se unieron a Pedro (que ya ingresó el año pasado) para incorporarse como seminaristas de la Diócesis de Albacete en Cuenca.
Así, las diócesis de Albacete y Cuenca están más unidas que nunca. Desde ahora, los sueños de una son también los sueños de la otra.
El 22 de septiembre ingresamos todos en el Seminario Conciliar de San Julián. Cada año es distinto, pero el inicio de curso, siempre se empieza con ilusión, volver a juntarse compañeros y amigos, en un ambiente tan familiar como el que se respira en la Plaza de la Merced, 3.
El lunes 23 de septiembre tuvimos la inauguración del curso académico.
Las palabras D. Julián Ros, Administrador Diocesano de la Diócesis de Albacete, plasmaron ese sentimiento de unidad y reflejaron las ganas y armonía en el trabajo por las vocaciones en ambas Diócesis, en el que ahora los Corazones -Seminario- laten al mismo compás.
Este año el proyecto formativo trata sobre la dimensión pastoral: de cómo salir al encuentro del pueblo de Dios. Así, en las formación semanal nos han visitado distintos movimientos, como Cursillos de Cristiandad, Renovación Carismática y el Camino Neocatecumenal. Para crecer y conocer todas las realidades que están presentes en nuestra diócesis.
Ni cortos ni perezosos, el último fin de semana de octubre, estuvimos presentes en la peregrinación-misión diocesana organizada por la Delegación de Juventud que tuvo lugar en los pueblos de Salvacañete y Cañete, donde compartimos con sus gentes la fe y a través de la energía y alegría llevamos la buena noticia de que la Iglesia sigue más viva que nunca.
Encarando ya el puente de todos los Santos, España entera se estremeció por los estragos de las lluvias torrenciales en Valencia, también afectando a pueblos de nuestras Diócesis, Letur de Albacete y Mira de Cuenca.
Desde el Seminario rezamos por todas las familias afectadas. Además junto a otros voluntarios, varios seminaristas se ofrecieron y acudieron para ayudar al pueblo de Mira. Ofreciendo trabajo y esperanza.
El mes de noviembre continuando con nuestro ritmo habitual, de estudio, formación y pastoral en las parroquias, también hubo momentos especiales para muchos corazones, Corazones que ansían latir al mismo ritmo que el del Buen Pastor, que como publicó el Papa Francisco una semana antes de nuestro encuentro con él, "Nos amó".
Los Corazones de la Provincia Eclesiástica de Toledo -es decir los seminarios- viajamos todos juntos a Roma, para compartir cinco días de convivencia, de turismo -guiados por nuestro obispo Don José María- y de gran sentimiento de eclesialidad, en un lugar tan importante para nuestra fe. El momento culmen fue la audiencia privada del Papa con los seminarios de Albacete, Ciudad Real, Cuenca, Guadalajara y Toledo, donde tuvimos tiempo para intercambiar preguntas, e incluso interpretar alguna canción al Papa Francisco. Jueves 7 de noviembre, un día que nunca olvidaremos.
Un viaje donde también los seminaristas de Albacete y Cuenca pudimos charlar y dejar ver ese sentimiento de familiaridad que se respira en nuestro Seminario Conciliar, como remarcó el Prefecto del Dicasterio para el Clero, el cardenal Lazarus You Heung-sik, que no dudó en pasar un rato junto con nosotros, también el Secretario del mismo Dicasterio Mons. Andrés Ferrada Moreira nos mostró su cercanía mostrando y explicando los detalles de la tumba ante los resto de San Pedro.
Un momento muy especial al poder recitar el Credo ante el Príncipe de los Apóstoles.
A su vez, varios seminaristas también tuvimos la oportunidad de comprobar la amabilidad y cercanía del Prelado del Opus Dei, Mons. Fernando Ocáriz.
Otro gran momento de encuentro y experiencia de Iglesia Madre.
A nuestra vuelta al seminario, tuvimos un día de convivencia de familias, momentos que fomentan los lazos entre nuestros familiares, además, aprovechando este encuentro les pudimos contar detalladamente nuestra experiencia en Roma.
Durante este mes también hemos tenido otras actividades en el seminario, como fue la convivencia vocacional, que como ya es costumbre se celebra en otoño e intentamos ayudar a aquellos chicos que siguiendo una intuición del Corazón, quieren discernir el deseo de Dios para sus vidas.
Fueron alrededor de cuarenta adolescentes los que vinieron a vivir una experiencia de fin de semana, dos días de diversión, fe, momentos de encuentro con otros jóvenes, pero sobre todo días de discernimiento para ir descubriendo el sueño que tiene Dios para cada uno de ellos.
Ese mismo fin de semana también tuvimos otra experiencia de Iglesia, acompañando a la comunidad de las Carmelitas de la Sagrada Familia en la profesión perpetua de una de sus hermanas, ¡¡Enhorabuena Hermana Dori!!
¡Que alegría es, ver la riqueza de las vocaciones en nuestra Iglesia!
Otro de los momentos más vibrantes del seminario fue el IV Retiro de Effetá Cuenca, donde varios seminaristas participan, poniéndose al servicio y a disposición los dones que el Señor pone en cada uno de nosotros. ¡Seguimos rezando por sus frutos!
Cerramos noviembre por todo lo alto con dos representaciones de "Original, el paso de Carlo", en Plasencia y Alcalá de Henares. Musical, cocinado en gran medida en esta casa, implicados desde el Rector y Formador hasta varios Seminaristas Mayores y Menores. A estas alturas a pocos no les suena esta obra, ¡hasta ha recibido el “Premio bravo de música”! de la Conferencia Episcopal Española! Todo un hito para nuestra pequeña Diócesis, y sobre todo cuánto bien y a cuántos Corazones está tocando el Señor con esta obra, compuesta por un elenco de 140 personas de todas las realidades de la Diócesis, ¡esto sí que es eclesialidad en estado puro! Con cuánta alegría podemos cantar aquello de: "¡Que bonita es, tu Iglesia!"
Como podéis comprobar, la vida del seminario es intensa y nos permite a cada uno de nosotros crecer en la oración, en la formación y poner en práctica los dones que el Señor nos ha dado a cada uno para ponerlos al servicio de los demás.
María, Madre de las Vocaciones, Ruega por nosotros.
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